El doctor Peter Ross es un psiquiatra que utiliza técnicas radicales para tratar las fobias de sus pacientes. Los obliga a enfrentarse con sus miedos a través de su visualización en una pantalla. Pero, tras esa dura terapia, los pacientes se ven impulsados a cometer actos violentos.
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06:07 PM | 21/05/2025
TERABOX | RAR
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DURACION
94 min.
PAIS
Estados Unidos
DIRECTOR
John Huston
GUION
Peter Bellwood, Lew Lehman, Jimmy Sangster
MÚSICA
André Gagnon
FOTOGRAFIA
Reginald H. Morris
REPARTO
######
PRODUCTORA
Paramount Pictures, Borough Park Productions
94 min.
PAIS
Estados Unidos
DIRECTOR
John Huston
GUION
Peter Bellwood, Lew Lehman, Jimmy Sangster
MÚSICA
André Gagnon
FOTOGRAFIA
Reginald H. Morris
REPARTO
######
PRODUCTORA
Paramount Pictures, Borough Park Productions
Gladys Hill, asistente personal y coguionista de John Huston durante años, contribuyó enormemente a la preparación del guion final de Phobia (sin acreditar). Apareció como "asistente del Sr. Huston".
Melvyn Hill (sin parentesco con Gladys) también contribuyó significativamente al desarrollo del guion. El profesor Hill, psicólogo, cuyos conocimientos sobre delincuentes psicóticos, así como sus sólidas habilidades de escritura creativa, también asesoraron al Sr. Huston en la preparación del guion. Sin acreditar.
Última película de Marian Waldman antes de su muerte.
SPOILERS
En una entrevista de 2011, Lisa Langlois (Laura Adams) dijo que le encantó trabajar en la película y con John Huston, pero que se molestó cuando de repente añadieron una escena de desnudo durante la producción: "El único recuerdo desagradable que tengo de Phobia es que mi agente recibió una llamada del director de casting diciendo: 'Ah, por cierto, ahora hemos añadido una escena en una bañera y habrá un destello de un pecho'". Me lo dijo y no me sentó nada bien. Pensé: "Bueno, eso no está en el guion. No voy a querer hacer eso. No quiero estar desnudo en la pantalla". Así que teníamos un proyecto muy, muy importante. Le dijeron a mi agente que tenía que hacerlo. Las cosas han cambiado desde entonces. Basándome en lo que me pasó en esta película, ahora hay una normativa en el convenio colectivo de actores canadienses que dice que se debe notificar a un actor antes de la audición si hay desnudos. Y el actor debe ser capaz de leer la escena del guion. En resumen, recuerdo haber tenido el coraje de acercarme a John Huston y decirle: "¡Katharine Hepburn NUNCA se desnudaría en pantalla!". Porque yo la admiraba mucho. Entonces él dijo: "Para mí, sí lo haría". Acababa de regresar de rodar en Europa con Claude Chabrol y allí, la desnudez no es gran cosa. Es como beber vino con la comida. Todo el mundo se desnuda sin más. Pero durante Phobia, lidiaba con todo eso y también con mi propia cultura. Finalmente acepté que una doble de cuerpo lo hiciera. El día del rodaje, vi a la doble y me di cuenta de que tenía un lunar enorme en el pecho. Una gran marca de nacimiento. Pensé: «Van a saber que no soy yo». ¿Y qué tan poco profesional es eso?». Así que decidí hacer la escena yo mismo y acepté que él la rodara como quisiera. Yo vería las tomas diarias y, si no me gustaban, no las usarían. Fue una ingenuidad por mi parte, la verdad, porque mi agente no negoció nada por escrito como se haría hoy en día. Tampoco negoció un set cerrado para las tomas diarias. Así que, cuando se mostraron las tomas diarias, fue como si todos los conductores del mundo estuvieran presentes. Fue muy vergonzoso para mí. Tampoco me gustó cómo se rodó la escena. Mostraba mucho más de lo que había imaginado. Dijeron que solo iban a tener una gran toma cenital donde se viera completamente clínica y nada lasciva. Y sería a gran distancia, yo flotando desnuda en la bañera. Supongo que la idea era transmitir indefensión porque estaba desnuda y me habían estrangulado. Pero mostraron mucho más. No me gustó. Hubo una gran pelea por eso. En ese momento, salía con un camarógrafo y no sabía qué hacer. Me dijo: "Lisa, tienes que decir algo porque van a ceder. No pueden permitirse que salga en la prensa que hay una pelea por una escena de desnudo con John Huston y una jovencita". Así que lo hice y la quitaron. Supongo que me dieron el 'corte final', en una película de John Huston. Dijo que al final usaron la breve toma de ella desnuda que habían hablado originalmente. Langlois dijo que era la primera vez que aparecía desnuda en una película y que no quería volver a verla, pero terminó siendo presionada nuevamente para estar completamente desnuda en varias escenas tres años después para El hombre que no estaba allí.
Según Dan O'Bannon, Ronald Shusett fue el primero en adquirir los derechos del guion original. Shusett estaba en conversaciones para vender los derechos, siempre y cuando pudiera "arreglarlo". O'Bannon coincidió en que el guion necesitaba mejoras y opinó que era mejor reestructurarlo, en lugar de una reescritura más laboriosa de "primera página".
O'Bannon y Shusett dividieron el guion en tres actos e identificaron el conflicto principal de la historia como "un psicólogo loco que intenta matar a uno de sus pacientes". Se dieron cuenta de que el guion solo abordaba este conflicto en el tercer acto, donde el héroe también derrota al villano. Eliminaron la primera escena de este tipo, donde el conflicto empieza a madurar, y la trasladaron al final del primer acto.
Luego, O'Bannon escribió una escena completamente nueva para el final del segundo acto, en la que los personajes principales se paralizan repentinamente en un enfrentamiento. Ambos guionistas consideraron que las revisiones hicieron el guion más interesante; O'Bannon comparó la reescritura con "una historia de mentiras que se deja ver". Shusett vendió el guion a un productor canadiense, quien contrató a John Huston para dirigirlo.
El propio productor escribió un nuevo borrador de producción. Shusett lo leyó y no le gustó. Llamó a Huston para ofrecerle su borrador anterior. Huston optó por usar el borrador del productor por conveniencia. (O'Bannon, Lohr: "Guía para la estructura del guion". 2013, Michael Weise productions, pp. 8-9)
Melvyn Hill (sin parentesco con Gladys) también contribuyó significativamente al desarrollo del guion. El profesor Hill, psicólogo, cuyos conocimientos sobre delincuentes psicóticos, así como sus sólidas habilidades de escritura creativa, también asesoraron al Sr. Huston en la preparación del guion. Sin acreditar.
Última película de Marian Waldman antes de su muerte.
SPOILERS
En una entrevista de 2011, Lisa Langlois (Laura Adams) dijo que le encantó trabajar en la película y con John Huston, pero que se molestó cuando de repente añadieron una escena de desnudo durante la producción: "El único recuerdo desagradable que tengo de Phobia es que mi agente recibió una llamada del director de casting diciendo: 'Ah, por cierto, ahora hemos añadido una escena en una bañera y habrá un destello de un pecho'". Me lo dijo y no me sentó nada bien. Pensé: "Bueno, eso no está en el guion. No voy a querer hacer eso. No quiero estar desnudo en la pantalla". Así que teníamos un proyecto muy, muy importante. Le dijeron a mi agente que tenía que hacerlo. Las cosas han cambiado desde entonces. Basándome en lo que me pasó en esta película, ahora hay una normativa en el convenio colectivo de actores canadienses que dice que se debe notificar a un actor antes de la audición si hay desnudos. Y el actor debe ser capaz de leer la escena del guion. En resumen, recuerdo haber tenido el coraje de acercarme a John Huston y decirle: "¡Katharine Hepburn NUNCA se desnudaría en pantalla!". Porque yo la admiraba mucho. Entonces él dijo: "Para mí, sí lo haría". Acababa de regresar de rodar en Europa con Claude Chabrol y allí, la desnudez no es gran cosa. Es como beber vino con la comida. Todo el mundo se desnuda sin más. Pero durante Phobia, lidiaba con todo eso y también con mi propia cultura. Finalmente acepté que una doble de cuerpo lo hiciera. El día del rodaje, vi a la doble y me di cuenta de que tenía un lunar enorme en el pecho. Una gran marca de nacimiento. Pensé: «Van a saber que no soy yo». ¿Y qué tan poco profesional es eso?». Así que decidí hacer la escena yo mismo y acepté que él la rodara como quisiera. Yo vería las tomas diarias y, si no me gustaban, no las usarían. Fue una ingenuidad por mi parte, la verdad, porque mi agente no negoció nada por escrito como se haría hoy en día. Tampoco negoció un set cerrado para las tomas diarias. Así que, cuando se mostraron las tomas diarias, fue como si todos los conductores del mundo estuvieran presentes. Fue muy vergonzoso para mí. Tampoco me gustó cómo se rodó la escena. Mostraba mucho más de lo que había imaginado. Dijeron que solo iban a tener una gran toma cenital donde se viera completamente clínica y nada lasciva. Y sería a gran distancia, yo flotando desnuda en la bañera. Supongo que la idea era transmitir indefensión porque estaba desnuda y me habían estrangulado. Pero mostraron mucho más. No me gustó. Hubo una gran pelea por eso. En ese momento, salía con un camarógrafo y no sabía qué hacer. Me dijo: "Lisa, tienes que decir algo porque van a ceder. No pueden permitirse que salga en la prensa que hay una pelea por una escena de desnudo con John Huston y una jovencita". Así que lo hice y la quitaron. Supongo que me dieron el 'corte final', en una película de John Huston. Dijo que al final usaron la breve toma de ella desnuda que habían hablado originalmente. Langlois dijo que era la primera vez que aparecía desnuda en una película y que no quería volver a verla, pero terminó siendo presionada nuevamente para estar completamente desnuda en varias escenas tres años después para El hombre que no estaba allí.
Según Dan O'Bannon, Ronald Shusett fue el primero en adquirir los derechos del guion original. Shusett estaba en conversaciones para vender los derechos, siempre y cuando pudiera "arreglarlo". O'Bannon coincidió en que el guion necesitaba mejoras y opinó que era mejor reestructurarlo, en lugar de una reescritura más laboriosa de "primera página".
O'Bannon y Shusett dividieron el guion en tres actos e identificaron el conflicto principal de la historia como "un psicólogo loco que intenta matar a uno de sus pacientes". Se dieron cuenta de que el guion solo abordaba este conflicto en el tercer acto, donde el héroe también derrota al villano. Eliminaron la primera escena de este tipo, donde el conflicto empieza a madurar, y la trasladaron al final del primer acto.
Luego, O'Bannon escribió una escena completamente nueva para el final del segundo acto, en la que los personajes principales se paralizan repentinamente en un enfrentamiento. Ambos guionistas consideraron que las revisiones hicieron el guion más interesante; O'Bannon comparó la reescritura con "una historia de mentiras que se deja ver". Shusett vendió el guion a un productor canadiense, quien contrató a John Huston para dirigirlo.
El propio productor escribió un nuevo borrador de producción. Shusett lo leyó y no le gustó. Llamó a Huston para ofrecerle su borrador anterior. Huston optó por usar el borrador del productor por conveniencia. (O'Bannon, Lohr: "Guía para la estructura del guion". 2013, Michael Weise productions, pp. 8-9)
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